La inmensidad de la Patagonia nos
hace tomar una real dimensión de
lo inabarcable que resulta la Tierra
A su vez, cuando tenemos la posibi-
lidad de recorrerla, vamos encontran-
do vestigios de diferentes culturas, de-
jados a través del tiempo y que pasan
a formar parte del paisaje mismo y
nos permiten vislumbrar la tenaz
naturaleza del hombre para superar
las dificultades de su entorno
En este poema, trato de conjeturar algunas
personas y algunos hechos o quizás intento
una suerte de conjuro que sólo espera que
"... renazcan los hombres y las cosas muertas
En mayo de 1865, durante la primavera boreal, un grupo de
ciento cincuenta y tres galeses parte de Liverpool a bordo del
velero Mimosa con rumbo a la Patagonia, movidos por el sueño
de fundar la Nueva Gales y nacer sus hijos en suelo Americano.
La fe en Dios y su férrea voluntad, los llevó a cruzar el ancho Mar
y escribir su página en la Historia.
ÉXODO
Es sonido de otro cantar el que estoy oyendo
Éxodo 32:18
I
Del pueblo que llegó a la Patagonia
Cruzando el ancho Mar en una nave
Cuan toda la faena iba hacia
II
Europa amaneció tras larga noche
Oscura e inocente y asesina
El hombre se entendió centro del mundo
Notándose hacedor de su destino
Renombra el nuevo Adán todas las cosas
III
La gente huye del campo que es olvido
Y en busca de la luz va a Babilonia
Allí lo captará un nuevo amo
Que explota aquella Masa empobrecida
Más ésta crecerá en cuerpo y mente
IV
La reina a su séquito encomienda
Compendien la riqueza de los pueblos
Urgía mantener la prole activa
Brindarle algún confort y expectativas
No sea se levante en nuestra contra
Y empiecen a rodar nuestras cabezas
V
Estudian con detalle el mecanismo
En toda otra nación que ellos recorren
Engloban su saber y lo redactan
Consagran a su dios el manifiesto
Auténtico e implacable paradigma
Que rige en adelante al mundo entero
VI
La mano invisible del progreso
Conduce a unos pocos elegidos
Al pórtico de entrada hacia la cima
Y el círculo que ahora los contiene
Impulsa a que ellos cubran la demanda
Que exige aquel mercado concebido
VII
El hombre egocéntrico y avaro
Es piedra angular de este sistema
Su ansia de poder gira la rueda
Que tiene en movimiento el engranaje
No deben injerir los gobernantes
Pues él crea capital y otorga sueldos
VIII
Debemos diseñar sus exigencias
Traer materia prima y procesarla
Ser dueños de los mares y el transporte
La fuerza industrial de Gran Bretaña
IX
Es útil quien acepta este sistema
Pues logra prosperar si se preocupa
Inútil nos resultan los rebeldes
Deber es encausarlos al trabajo
Al orden la obediencia y el respeto
Guiando y vigilando su conducta
X
La fuerza del carbón que yace en Gales
Ya estamos extrayendo con su pueblo
Que ve con buenos ojos el futuro
No obstante unos pocos se revelan
Amantes de poemas y canciones
Recelan su cultura esté en peligro
XI
Verdad demoledora que arremete
A todo quien oponga resistencia
Bifronte ángel del cielo y del infierno
Cavila con un rostro entre penumbras
Con otro te sonríe el can Cerbero
XII
Un pueblo que decide ser actúa
Cordero escogido del rebaño
Después de descartar otros posibles
Decides trashumar a la Argentina
A un Valle que se dice despoblado
Refiere este suceso Abraham Matthews
CRÓNICA
XIII
Que alguna vez se cante esta ordalía
Sería el mayor de mis anhelos
Me colma el corazón y le agradezco
A Dios todo su amor inmerecido
Que hoy pueda yo escribirle a los que vienen
Memorias d aquel tiempo que se ha ido
XIV
Aquella era una empresa muy osada
Quizá no hubo conciencia del peligro
Si no hasta que la muerte imprevisible
Comienza a segar nuestros retoños
Más fuera aquella sangre derramada
Raíz de un fuerte árbol que ha prendido
XV
Son ciento y cincuenta y tres las almas
Que ansiamos empezar la nueva vida
A Liverpool vinimos a embarcarnos
Empero por problemas imprevistos
Varados en el puerto nos quedamos
Cargando con nosotros nuestras casas
XVI
Con poco capital y sin trabajo
Debemos encargarnos de la gente
Humilde que demanda sus derechos
Costeó todo y asume grande riesgo
Peligra la fortuna de su esposa
XVII
Por fin después de tanta expectativa
Subimos nuestros bienes y zarpamos
Destino errante nuestra causa lleva
Un pueblo por la mar y a la deriva
Que alza las banderas de la vida
Ansioso por plasmar tan caro sueño
XVIII
Partimos cual partiera el pueblo hebreo
Felices a esa tierra prometida
Prolíficas praderas incesantes
Envidia de cualquier pastor de Gales
Y un río que abundante al mar arrastra
XIX
A poco de la costa fondeó el barco
Quién sabe qué razón habrán tenido
Un día entero allí sin saber cuándo
Sería la partida tan ansiada
El roce entre familias comenzaba
El tedio en poco espacio es explosivo
XX
Emprende al fin la marcha el Mimosa
Velero decidido e impetuoso
Maniobra peligroso hasta que logra
Poner rumbo a la Mar a toda vela
Cantando nuestros himnos aplacamos
El miedo y la ansiedad que nos consume
XXI
Espíritu es Dios Su fe nos guía
En línea recta entre innumerables
Caminos circulares que se apartan
Del único Del lógico destino
El Verbo la Verdad es la Semilla
XXII
A bordo los minutos se hacen horas
El tiempo se aletarga y la distancia
Sin una referencia desalienta
Comiendo y bebiendo de a raciones
A todo soportamos El periplo
Es claustro es prisión y es monasterio
XXIII
Algún inconveniente hemos tenido
Figúrense familias separadas
Por sábanas a modo de paredes
Durmiendo codo a codo y si podían
Y jóvenes incautas presa fácil
Del voto engañoso de un muchacho
XXIV
También dioses paganos abordaron
Apolo el Luminoso augur de Delfos
Su hermana la furtiva cazadora
Dionisio dios del vino y del delirio
Que arrastra a quien lo adora a la locura
También Pseudo Atenea ojos de búho
XXV
La más desaprobada por los hombres
La madre del amor fina Afrodita
Por Paris elegida La más Bella
De todas las deidades Insensato
Culpada es de una guerra hospitalaria
Profunda estocada que no cierra
XXVI
Hefestos su marido y lar herrero
Sangriento y feroz funesto Ares
Brutal naturaleza de la guerra
Las musas infusión de los artistas
E incluso aún deidades más arcanas
XXVII
Los frágiles sagrados mandamientos
Y herméticos misterios sapienciales
Que esconden El Secreto de la Tierra
Virtud y vicio acorde a todo pueblo
Y un juez que va entre ellos más no sabe
Del alto ministerio que transige
XXVIII
Al fin vemos la costa aproximarse
La euforia nos envuelve aunque observamos
La ausencia de follaje en el paisaje
En dónde están tus verdes bosques Williams
Están justo detrás de esas montañas
Lozano les contesta el joven hombre
XXIX
Llegaron a aquel sitio tiempo antes
Por tierra Edwin Roberts Por mar Jones
Trayéndonos ganado y alimentos
Y algunos animales yeguarizos
Aguardan en el golfo donde armaron
Corral proveeduría y unas casas
XXX
Enorme es la alegría que nos causa
El verlos saludando emocionados
Navega Lew en bote hacia nosotros
Aborda y al momento nuestra hurras
Colmaron el silencio del paraje
Aún se oye el sonido entre las lomas
XXXI
Nos da la bienvenida y nos cuenta
Algunos pormenores de su estancia
Trajeron para ayuda unos paisanos
No son mucho de fiar estén atentos
Allá está el pozo de agua nos señala
Y lejos hacia el Sur se encuentra el Valle
XXXII
Y como ya pasó el tiempo de siembra
Sugiere realizar otras tareas
Y luego de indicarnos estas cosas
Reanuda su destino Buenos Aires
Allí recogerá mas provisiones
A fin de abastecer a la colonia
XXXIII
Tocamos tierra al fin y cuando vemos
El rancho que almacén habían mentado
Escaso de comida se encontraba
Después de navegar dos largos meses
Soñábamos llegar y reponernos
Gozando un suculento humeante plato
XXXIV
Las casas provisorias no eran otra
Que cuevas en las rocas excavadas
Qué dura resultó la bienvenida
Tan sólo Dios la Biblia y Jesús Cristo
Nos dieron fuerza ante aquel mal trago
La angustia da sentido a la Palabra
XXXV
Airados contra nuestros promotores
Sin nada y en el medio de la nada
Lejano a toda urbe y sin contacto
La gente sólo siente fue engañada
El tiempo sin embargo es el que juzga
Las buenas o las malas intenciones
XXXVI
De Lew debo decir algo importante
Furioso contra el estaba el pueblo
Que dijo su verdad y yo no juzgo
A quienes como él fueron pioneros
Más supo comprender lo que advertimos
Recién con el primer brote de trigo
XXXVII
Un grupo de muchachos sale en busca
Del Valle más allá de la Meseta
Son seis los que se van Cinco regresan
Si acaso más desgracias nos faltaban
Tan sólo era el principio del camino
La muerte continuó su negra danza
AMOR
XXXVIII
Cruzó veloz el éter la saeta
Que impacta el corazón del joven Williams
Colmó de amor su ahora henchido pecho
Promete el Sol Promete el Firmamento
Promete primero él hallar el Valle
Y ella nunca más verá su rostro
XXXIX
La Luna sabedora del secreto
No logra atemperar su audaz arrojo
Se embarca en una fútil aventura
Seguro de su estrella y de su suerte
No cuida en las palabras del Poeta
Amor todo lo vence no cedamos
XL
Deambula interminable aquel desierto
Que hace que se sienta el primer hombre
Y mientras con su mente va charlando
De todo lo que habrá de ser cantado
La impronta que en el Sur hará su Pueblo
Se interna más y el riesgo no percibe
*LOS BOSQUES DE WILLIAMS
XLI
Mi orgullo y mi amor están buscando
Un Valle arbolado junto a un Río
El sueño de Eldorado está en mis venas
Más fértil tierra viene a ser mi oro
En donde hacer mi hogar mi fortaleza
Refugio para mí y mi dulce amada
XLII
Mi suerte a este Bosque quedó atada
Con hilo hecho de azar y de misterio
Palpita aproximándome a una cima
La idea que aparezca ante mis ojos
No puedo ya pensar en otra cosa
Que hallarlo caminarlo y darle un nombre
XLIII
La tarde cae y el Bosque no aparece
Perdí mi orientación tejiendo sueños
No llego a distinguir mis propias huellas
Se abre entre estas matas un sendero
Que sigo pero luego se bifurca
Mejor enfilaré hacia aquel otero
XLIV
Pensé que era más corta la tirada
No alcanzo a ver la costa y tal parece
Igual es el terreno en todas partes
Metido terminé en un laberinto
Buscando como el tauro la salida
Al Este debo ir para salvarme
XLV
La noche se cerró temprana y fría
Ni el eco le responde a mis llamadas
Qué caro resultó mi atrevimiento
El tiempo se me escurre de las manos
No puedo sostener tan fina arena
Urgente deberé encontrar la costa
XLVI
El Mar Escucho el Mar estoy salvado
Si logro allí llegar debo esforzarme
Ayúdame Señor Dame la gracia
Y pueda reencontrarme con los míos
OH Aciaga realidad No es mi playa
Mi cuerpo se agotó Aquí me quedo
XLVII
Primero les tocó a esos cuatro niños
Los tres del barco y uno ya en tierra
El quinto seré yo más no es tan grave
Al menos alcancé a tener conciencia
Dolor es ver morir sangre inocente
Que Dios guarde su etérea quintaesencia
XLVIII
No burlo en mis escritos a la Biblia
Si no a la hipocresía de los hombres
Que fuerzan La Escritura en su provecho
En pos de argumentar sus malos actos
Señor Que nadie más sufra el apremio
de verse obligado al ostracismo
XLIX
Mi hora se aproxima Estoy muriendo
Ya nunca volveré a gozar ni el día
Ni el dulce amargor de la cerveza
Ni el cuerpo ni la piel de quien yo amo
Y a dónde irá a parar todo mi tiempo
Sino al profundo océano de olvido
L
Perdón querida Megan por dejarte
Fugaz es nuestro amor pero es eterno
Que tengas buena vida y ten presente
Al ver la Cruz del Sur que fue sincero
El beso que te dí en el Mimosa
Te siento junto a mí en esta hora
LI
Presiento que algo en mí seguirá vivo
Un soplo de esperanza me lo dice
Si bien jamás y siempre son vedados
Por una extraña ley algo perdura
Que todo salga bien y me recuerden
Cantando aquí tan lejos unos versos
LII
Me siento como en sueños En el aire
Flotando Ya mi cuerpo no me pesa
Mi Alma y mi Mente que divagan
Ya cruzan el umbral del fin del Mundo
En donde dormiré una noche eterna
Me arrulla el susurro de las olas
Me arrulla el susurro de las olas
Me arrulla el susurro de las olas
CRÓNICA
LIII
Recuerdo grato el de Eleanor Davies
Quien va rumbo al ganado balde en mano
Enfila hacia la vaca con más ubre
La llama con ternura Moza mía
Mi moza linda ofréceme tu leche
Las bestias se le alejan temerosas
LIV
Del hato una res que se ha plantado
Resuelta va y enfrenta a nuestra amiga
Que al ver que el animal se le va encima
La frena de un baldazo a al cabeza
Y huyendo hacia nosotros va gritando
Están endemoniadas estas vacas
LV
Un grupo de mujeres va hasta el pozo
De agua Se hace tarde y no regresan
Se cierra ya la noche y surge el miedo
Que otra pena caiga entre nosotros
La fría oscuridad no les permite
Volver hacia la parte más segura
LVI
A gritos las llamamos y contestan
Alivia en cierto modo nuestra angustia
Saber que están allí mas nos preocupa
Que a algún nuevo peligro estén expuestas
De aquí las exhortamos permanezcan
Allí hasta que llegue la mañana
LVII
Cuán grande es la impotencia que sentimos
No hallamos otra forma de ayudarlas
Si no el estar despierto y arengarles
No traten de volver Tengan paciencia
Que aún no ha regresado David Williams
No vaya a ser transiten igual suerte
LVIII
Se abrazan evitando congelarse
Del gélido invernal que las azota
De aquí las animamos que resistan
Sentimos su dolor en carne propia
Superan esta prueba que les toca
Ni bien el Sol disipa las tinieblas
LIX
Optamos por tomar ciertos recaudos
Que nadie se aventure por su cuenta
Si sale en comisión que lleve agua
Y algo qué comer y qué abrigarse
En caso de sufrir algún percance
No quede a la merced de agreste entorno
LX
Después de tanta andanza ocupamos
Las chacras que el gobierno nos cedía
Fracaso tras fracaso en la cosecha
Nos hace la creamos tierra infértil
La falla en realidad es que olvidamos
El arte del cultivo de la Tierra
LXI
Del miedo que sentimos por el indio
Pasamos con el tiempo al otro extremo
Creyendo no habitaban esta zona
Seguimos nuestras vidas descuidados
Un día como tanto se oyen gritos
Están los indios Fríos nos quedamos
LXII
Un pueblo generoso ha resultado
Y al margen de tener sus picardías
Más pícaros quizás somos nosotros
De buena gana al fin nos permitieron
Vivir en esta tierra y nos enseñan
La caza de guanacos y ñanduces
LXIII
Después de varios días no se iban
Y empieza a molestarnos su presencia
Pues andan mendigando por las casas
Y hace que los hombres no se ocupen
Tranquilos de sus chacras Por prudencia
Se quedan a cuidar sus pocos bienes
LXIV
Nos puso a prueba una vez y otra
El árido sureño territorio
La Fe y la buena suerte sin embargo
Hicieron que creciera un fino trigo
Que unió la Nueva Gales al destino
Del suelo Americano y Argentino
LXV
Tras unos pocos años casualmente
Hallamos en un bajo la osamenta
De David Williams quien con fuerza abraza
Al pecho ya vacío unos papeles*
Murió buscando agua es lo probable
Lo llora una mujer y un inocente
MEGAN
LXVI
Pasaron hasta hoy tres largos años
Tus huesos encontraron en la costa
La noche de aquel día que partiste
Sentí la Cruz del Sur que me invitaba
A ver tu tierno rostro el que robara
Un beso de mi boca adolescente
LXVII
Fue aquella misma noche que extraviamos
La senda de regreso al buscar agua
El frío el terror y aquellos gritos
No traten de volver Tengan paciencia
Que aún no ha regresado David Williams
Me cala todavía acá en lo blando
LXVIII
Un hijo de este amor quedó y no tengo
Valor para gritar que es tuyo y mío
Si bien todos lo saben voy callando
Juzgada y condenada a la desdicha
Me aferro sólo a él Feliz pecado
Poema del poeta enamorado
LXIX
Mas tú eternamente joven David
Serás canción en cuanto los juglares
Evoquen esta intrépida odisea
De nuestro arribo a esta tierra inculta
Plagada de trabajos y de días
Etéreo sueño de una Nueva Gales
LXX
Al cáustico Decálogo mi amado
Y al padre nuestro inglés que habitas Londres
Cantor y soñador y adelantado
Te quise montaraz y así te quiero
Revés brutal te dio el destino pero
Quién fuera el bravo Aquiles sin su Troya
***
Notas
XXXII
Y como ya pasó el tiempo de siembra
Sugiere realizar otras tareas
Y luego de indicarnos estas cosas
Reanuda su destino Buenos Aires
Allí recogerá mas provisiones
A fin de abastecer a la colonia
XXXIII
Tocamos tierra al fin y cuando vemos
El rancho que almacén habían mentado
Escaso de comida se encontraba
Después de navegar dos largos meses
Soñábamos llegar y reponernos
Gozando un suculento humeante plato
XXXIV
Las casas provisorias no eran otra
Que cuevas en las rocas excavadas
Qué dura resultó la bienvenida
Tan sólo Dios la Biblia y Jesús Cristo
Nos dieron fuerza ante aquel mal trago
La angustia da sentido a la Palabra
XXXV
Airados contra nuestros promotores
Sin nada y en el medio de la nada
Lejano a toda urbe y sin contacto
La gente sólo siente fue engañada
El tiempo sin embargo es el que juzga
Las buenas o las malas intenciones
XXXVI
De Lew debo decir algo importante
Furioso contra el estaba el pueblo
Que dijo su verdad y yo no juzgo
A quienes como él fueron pioneros
Más supo comprender lo que advertimos
Recién con el primer brote de trigo
XXXVII
Un grupo de muchachos sale en busca
Del Valle más allá de la Meseta
Son seis los que se van Cinco regresan
Si acaso más desgracias nos faltaban
Tan sólo era el principio del camino
La muerte continuó su negra danza
AMOR
XXXVIII
Cruzó veloz el éter la saeta
Que impacta el corazón del joven Williams
Colmó de amor su ahora henchido pecho
Promete el Sol Promete el Firmamento
Promete primero él hallar el Valle
Y ella nunca más verá su rostro
XXXIX
La Luna sabedora del secreto
No logra atemperar su audaz arrojo
Se embarca en una fútil aventura
Seguro de su estrella y de su suerte
No cuida en las palabras del Poeta
Amor todo lo vence no cedamos
XL
Deambula interminable aquel desierto
Que hace que se sienta el primer hombre
Y mientras con su mente va charlando
De todo lo que habrá de ser cantado
La impronta que en el Sur hará su Pueblo
Se interna más y el riesgo no percibe
*LOS BOSQUES DE WILLIAMS
XLI
Mi orgullo y mi amor están buscando
Un Valle arbolado junto a un Río
El sueño de Eldorado está en mis venas
Más fértil tierra viene a ser mi oro
En donde hacer mi hogar mi fortaleza
Refugio para mí y mi dulce amada
XLII
Mi suerte a este Bosque quedó atada
Con hilo hecho de azar y de misterio
Palpita aproximándome a una cima
La idea que aparezca ante mis ojos
No puedo ya pensar en otra cosa
Que hallarlo caminarlo y darle un nombre
XLIII
La tarde cae y el Bosque no aparece
Perdí mi orientación tejiendo sueños
No llego a distinguir mis propias huellas
Se abre entre estas matas un sendero
Que sigo pero luego se bifurca
Mejor enfilaré hacia aquel otero
XLIV
Pensé que era más corta la tirada
No alcanzo a ver la costa y tal parece
Igual es el terreno en todas partes
Metido terminé en un laberinto
Buscando como el tauro la salida
Al Este debo ir para salvarme
XLV
La noche se cerró temprana y fría
Ni el eco le responde a mis llamadas
Qué caro resultó mi atrevimiento
El tiempo se me escurre de las manos
No puedo sostener tan fina arena
Urgente deberé encontrar la costa
XLVI
El Mar Escucho el Mar estoy salvado
Si logro allí llegar debo esforzarme
Ayúdame Señor Dame la gracia
Y pueda reencontrarme con los míos
OH Aciaga realidad No es mi playa
Mi cuerpo se agotó Aquí me quedo
XLVII
Primero les tocó a esos cuatro niños
Los tres del barco y uno ya en tierra
El quinto seré yo más no es tan grave
Al menos alcancé a tener conciencia
Dolor es ver morir sangre inocente
Que Dios guarde su etérea quintaesencia
XLVIII
No burlo en mis escritos a la Biblia
Si no a la hipocresía de los hombres
Que fuerzan La Escritura en su provecho
En pos de argumentar sus malos actos
Señor Que nadie más sufra el apremio
de verse obligado al ostracismo
XLIX
Mi hora se aproxima Estoy muriendo
Ya nunca volveré a gozar ni el día
Ni el dulce amargor de la cerveza
Ni el cuerpo ni la piel de quien yo amo
Y a dónde irá a parar todo mi tiempo
Sino al profundo océano de olvido
L
Perdón querida Megan por dejarte
Fugaz es nuestro amor pero es eterno
Que tengas buena vida y ten presente
Al ver la Cruz del Sur que fue sincero
El beso que te dí en el Mimosa
Te siento junto a mí en esta hora
LI
Presiento que algo en mí seguirá vivo
Un soplo de esperanza me lo dice
Si bien jamás y siempre son vedados
Por una extraña ley algo perdura
Que todo salga bien y me recuerden
Cantando aquí tan lejos unos versos
LII
Me siento como en sueños En el aire
Flotando Ya mi cuerpo no me pesa
Mi Alma y mi Mente que divagan
Ya cruzan el umbral del fin del Mundo
En donde dormiré una noche eterna
Me arrulla el susurro de las olas
Me arrulla el susurro de las olas
Me arrulla el susurro de las olas
CRÓNICA
LIII
Recuerdo grato el de Eleanor Davies
Quien va rumbo al ganado balde en mano
Enfila hacia la vaca con más ubre
La llama con ternura Moza mía
Mi moza linda ofréceme tu leche
Las bestias se le alejan temerosas
LIV
Del hato una res que se ha plantado
Resuelta va y enfrenta a nuestra amiga
Que al ver que el animal se le va encima
La frena de un baldazo a al cabeza
Y huyendo hacia nosotros va gritando
Están endemoniadas estas vacas
LV
Un grupo de mujeres va hasta el pozo
De agua Se hace tarde y no regresan
Se cierra ya la noche y surge el miedo
Que otra pena caiga entre nosotros
La fría oscuridad no les permite
Volver hacia la parte más segura
LVI
A gritos las llamamos y contestan
Alivia en cierto modo nuestra angustia
Saber que están allí mas nos preocupa
Que a algún nuevo peligro estén expuestas
De aquí las exhortamos permanezcan
Allí hasta que llegue la mañana
LVII
Cuán grande es la impotencia que sentimos
No hallamos otra forma de ayudarlas
Si no el estar despierto y arengarles
No traten de volver Tengan paciencia
Que aún no ha regresado David Williams
No vaya a ser transiten igual suerte
LVIII
Se abrazan evitando congelarse
Del gélido invernal que las azota
De aquí las animamos que resistan
Sentimos su dolor en carne propia
Superan esta prueba que les toca
Ni bien el Sol disipa las tinieblas
LIX
Optamos por tomar ciertos recaudos
Que nadie se aventure por su cuenta
Si sale en comisión que lleve agua
Y algo qué comer y qué abrigarse
En caso de sufrir algún percance
No quede a la merced de agreste entorno
LX
Después de tanta andanza ocupamos
Las chacras que el gobierno nos cedía
Fracaso tras fracaso en la cosecha
Nos hace la creamos tierra infértil
La falla en realidad es que olvidamos
El arte del cultivo de la Tierra
LXI
Del miedo que sentimos por el indio
Pasamos con el tiempo al otro extremo
Creyendo no habitaban esta zona
Seguimos nuestras vidas descuidados
Un día como tanto se oyen gritos
Están los indios Fríos nos quedamos
LXII
Un pueblo generoso ha resultado
Y al margen de tener sus picardías
Más pícaros quizás somos nosotros
De buena gana al fin nos permitieron
Vivir en esta tierra y nos enseñan
La caza de guanacos y ñanduces
LXIII
Después de varios días no se iban
Y empieza a molestarnos su presencia
Pues andan mendigando por las casas
Y hace que los hombres no se ocupen
Tranquilos de sus chacras Por prudencia
Se quedan a cuidar sus pocos bienes
LXIV
Nos puso a prueba una vez y otra
El árido sureño territorio
La Fe y la buena suerte sin embargo
Hicieron que creciera un fino trigo
Que unió la Nueva Gales al destino
Del suelo Americano y Argentino
LXV
Tras unos pocos años casualmente
Hallamos en un bajo la osamenta
De David Williams quien con fuerza abraza
Al pecho ya vacío unos papeles*
Murió buscando agua es lo probable
Lo llora una mujer y un inocente
MEGAN
LXVI
Pasaron hasta hoy tres largos años
Tus huesos encontraron en la costa
La noche de aquel día que partiste
Sentí la Cruz del Sur que me invitaba
A ver tu tierno rostro el que robara
Un beso de mi boca adolescente
LXVII
Fue aquella misma noche que extraviamos
La senda de regreso al buscar agua
El frío el terror y aquellos gritos
No traten de volver Tengan paciencia
Que aún no ha regresado David Williams
Me cala todavía acá en lo blando
LXVIII
Un hijo de este amor quedó y no tengo
Valor para gritar que es tuyo y mío
Si bien todos lo saben voy callando
Juzgada y condenada a la desdicha
Me aferro sólo a él Feliz pecado
Poema del poeta enamorado
LXIX
Mas tú eternamente joven David
Serás canción en cuanto los juglares
Evoquen esta intrépida odisea
De nuestro arribo a esta tierra inculta
Plagada de trabajos y de días
Etéreo sueño de una Nueva Gales
LXX
Al cáustico Decálogo mi amado
Y al padre nuestro inglés que habitas Londres
Cantor y soñador y adelantado
Te quise montaraz y así te quiero
Revés brutal te dio el destino pero
Quién fuera el bravo Aquiles sin su Troya
***
Notas
*Norias: Los colonos galeses desembarcaron en lo que hoy es Puerto Madryn, de allí se dirigieron más al sur en busca del Río Chubut instalándose en un fuerte abandonado en dónde hoy se erige la ciudad de Rawson, actual capital de la provincia. Más tarde remontarían el río y fundarían la ciudad de Gaiman, que sería el punto neurológico y cultural de su fundo. Con el fin de regar los terrenos adquiridos construyeron canales de riego construyendo norias en sus riveras. Aún hoy conservan algunas de ellas como un testimonio histórico.
*Los Bosques de Williams: David Williams, Dafydd Williams. un joven zapatero de Aberystwyth, fue uno de los principales promotores que abogaba para que la Nueva Gales se fundara en la Patagonia, Recorría distintas ciudades de Gales promocionándola. Él estaba convencido que en el Valle del río Chubut había un denso y fértil bosque y que tal era su abundancia que la corriente arrastraba manzanas hasta la desembocadura, confundiéndole con el Valle de Río Negro, desoyendo la opinión de otro grupo opositor que pretendía llevar a los colonos a Estados Unidos y que advirtieron que se dirigían hacia un desierto y que estaban siendo engañados.
Durante el viaje, sus compañeros, llamaron al paraje al que supuestamente iban a arribar Los bosques de Williams, Sin duda, la desaparición de este joven, fue una pérdida muy grande para la colonia.
*Papeles: En sus Crónicas, Abraham Matthews, refiere que reconocen los restos de Williams por unos papeles que llevaba consigo sin ahondar más en el tema, Esos papeles eran unas parodias de los Diez Mandamientos y del Padre Nuestro, No tuve acceso a esos escritos que están escritos en Galés, lengua que desconozco, pero el segundo escrito, según se relata, comienza diciendo Padre nuestro Inglés que vives en Londres.